martes, 19 de febrero de 2008

Els Almogàvers


Tras casi dos meses desde la fundación del blog, al fin finalizo el primer artículo, que inicié el día siguiente de inaugurar el blog...

Tenía que comenzar con los Almogávares, Almogàvers en lengua catalana. En toda la historia militar no hay precedente de algo tan peculiar como fueron ellos. Adelantados a su época, guerreros que demostraron ser casi invencibles.

La teoría del guerrero almogáver es la del guerrero sin ejército, la del guerrillero. Un cuerpo de élite autosuficiente, viviendo de los saqueos y de su propia formación de supervivencia. Es la fuerza militar perfecta en tiempos de guerra, pero por desgracia insostenible en tiempos de paz. Literalmente, "no hay donde meterlos", estaban hechos para el nomadismo propio de una guerra, no para el sedentarismo. Algunos historiadores militares ven a los almogávares como una especie de piratas, pues eran precisamente los saqueos el objetivo de su vida.

Luciendo siempre largas y amenazadoras barbas. Sin coraza, sin cota de malla, sólo protegidos con un minúsculo casco y a veces un escudo redondo de madera (pero la mayoría de veces ni eso)... y armados con el legendario Coltell (espada corta muy parecida a un cuchillo de carnicero). Ese equipo tan básico y ligero era lo único que portaban estos hombres de las montañas. Entonces, siendo su equipo tan escueto, ¿qué era lo que los hacía tan invencibles?

Sin duda, su entrenamiento y su técnica de combate. Los únicos guerreros similares que podemos encontrar a los almogávares en épocas previas son los guerreros espartanos: eran estos últimos hombres que desde su nacimiento vivían para la guerra, sin ningún otro objetivo en sus vidas, y acostumbrados a una vida de gran austeridad. Los almogávares quizá no recibían desde tan temprana edad una formación militar, pero sí que eran reclutados muy jóvenes. Eran hombres de las montañas, reclutados cuando eran preadolescentes, y adiestrados en la supervivencia individual, a vivir de forma sencilla, y a no temer a la muerte. Curiosamente, el origen étnico de los almogávares no era sólo catalán o aragonés, como podría parecer: también había muchos miembros de origen morisco.

La técnica de combate almogávar era la de las escaramuzas. Sus valiosas jabalinas eran un arma de media distancia, que significaba llenar un agujero que existía en los diferentes modelos de combate. A grandes rasgos, en la edad media podíamos encontrar en una batalla, en primer lugar, un ataque por parte de las divisiones de arqueros, después un combate cuerpo a cuerpo entre las divisiones de infantería, y por último diferentes embestidas de la caballería, ya fuera por los flancos o por la retaguardia.

Las lluvias de flechas que solía haber durante los aproximamientos entre divisiones enemigas en las batallas eran ataques muy aleatorios: difícilmente podían escoger a quién dar y a quién no. Además, dependían bastante de la meteorología, y una vez que los combates cuerpo a cuerpo habían comenzado, era muy imprudente continuar usando arquería debido a que los propios hombres también caerían. En este hueco entre la arquería y el cuerpo a cuerpo, encontramos las jabalinas.

Las jabalinas bien utilizadas son precisas y mortíferas, y pueden hacer caer líneas enteras enemigas. Además, teniendo en cuenta que en las batallas los almogávares habían llegado a llevar hasta tres jabalinas consigo, podíamos llegar a ver cómo un ejército perdía hasta tres líneas de hombres antes de poder alcanzar a los almogávares. Además, debido a la gran ligereza de su equipo, era muy difícil alcanzarles, así que la táctica de "lanza y corre" estaba muy a la orden del día. Esta gran mobilidad fue la que hizo, según las crónicas de Ramón Muntaner, que una fuerza de tan sólo 7.000 almogávares lograra derrotar a un ejército entero de fuerzas turcas, sufriendo éstos cerca de 23.000 bajas (aunque Ramón Muntaner tendía a exagerar las cifras, sigue siendo un logro impresionante).



En resumidas cuentas, tenemos en este ejemplo a guerreros realmente a tener en cuenta, con largas historias que podemos contar. Sin embargo, para no hacer excesivamente largo este primer artículo, más adelante dedicaremos otros artículos a explicar una a una las diferentes peripecias que pasaron estos guerreros de los siglos XIII y XIV... Pues no fueron pocas las aventuras que vivieron.

Para ir abriendo boca, dejo aquí las campañas en que participaron:

Cruzada contra la Corona 1243-1245
Guerra contra Castilla 1296-1304
Cruzada contra Almería 1309
Campaña de Granada 1330-1334
Guerra del Rey de Mallorca 1343-1344
Expediciones de Sicilia 1353-1354-1367
Guerra de los Dos Peres 1356-1375

Y aparte de estas campañas, no olvidemos tampoco la tan famosa aventura de la Gran Compañía Catalana en tierras del imperio bizantino luchando contra los turcos bajo el mando de Roger de Flor... aventura que explicaremos detalladamente en el siguiente artículo

Deus Vult

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